Confitería El Vesubio, sitio de interés cultural
En el número 1181 de la famosa Avenida Corrientes, se encuentra situada una tienda discreta, algo añeja en medio de la modernidad. En realidad, se trata de una vieja heladería y confitería que de alguna forma ha logrado superar los escollos del tiempo incluso hasta transformarse en un referente nacional.
Si un turista pregunta en donde comer el mejor chocolate con churros del país la respuesta será inmediata: “en El Vesubio”. La historia de este lugar se remonta a la familia Cocitore, quien trajo al país la primera máquina manual de fabricación de helados.
Así fue como en 1902 el local abrió sus puertas con la misión de alegrar el paladar de los porteños. El Vesubio era la primera heladería del país, un lugar que latía gracias al esfuerzo de las dos personas que debían mover la manivela de la máquina una y otra vez para fabricar los helados. Claro, por entonces este artefacto no funcionaba con energía eléctrica.
Según cuenta la historia, los dueños de la heladería eran hábiles comerciantes pues muy pronto advirtieron que con los helados no podrían atraer al público durante todo el año y así es como en 1920 ampliaron las actividades y se transformaron también en una confitería con una deliciosa oferta pastelera y los famosos churros servidos con humeante y espeso chocolate.
Con el correr de los años El Vesubio se transformó en un lugar de culto y en sus mesas se sentaron grandes personajes nacionales como Carlos Gardel, Juan Manuel Fangio, Alfredo Palacios, Luis Sandrini y Jorge Luis Borges, otros. Incluso inspiró al genial compositor Astor Piazzola con su tango “La última grela”. Declarada Sitio de Interés Cultural por su aporte a la identidad porteña desde 1902, hoy esta heladería y confitería no ha perdido prestigio y así es como aún podemos sentarnos a saborear sus helados y churros.
Pero además es un espacio cultural en el que también se desarrollan diferentes actividades, desde muestras plásticas hasta presentaciones de libros y homenajes El Vesubio forma parte de la identidad porteña y es por eso que el salón conserva su estilo original. A pesar de los avances tecnológicos, el helado artesanal continúa siendo el gran orgullo de sus dueños.
¿Pensabáis que solo íbais a ver monumentos, museos y demás?. La capital argentina tiene otra serie de atractivos curiosos y evocadores, que os acercarán mucho más al pueblo.
Foto Vía: Gardel en sus monumentos
Categorias: Ciudad de Buenos Aires
Mis Bisabuelos fueron los fundadores de la Heladeria El Vesuvio, Pascualina Scannapieco y Domenico Cositore.
Entonces serán los dueños de la heladería de la Avda. Córdoba donde también se comen unos helados riquísimos.? Felicitaciones. Araceli