El Paso de San Francisco, en Catamarca
El Paso de San Francisco es uno de los principales pasos que atraviesa la Cordillera de los Andes, y permite cruzar desde el territorio argentino hacia tierras chilenas. Tiene una altura máxima de 4748 metros sobre el nivel del mar, y del lado argentino es accesible desde la provincia de Catamarca.
Del otro lado, llega a la III Región de Atacama, uniendo así las regiones del norte de cada país. Para llegar hasta el paso, se toma la ruta nacional RN 60 del lado argentino que asciende por el valle de Chaschuil. Al llegar al puesto de gendarmería situado en Las Grutas, es que se comienza a ingresar en el Paso de San Francisco.
Desde allí hasta el límite entre ambos países, hay 45 kilómetros de distancia, que se pueden recorrer en auto aunque también son paso de autobuses turísticos que permiten al viajero realizar este hermoso trayecto con más tranquilidad.
Antes de llegar al paso, cuando se asciende por la ruta nacional, pueden visitarse sitios de gran belleza en el territorio argentino. Uno de ellos es la Salina de la Laguna Verde, un conjunto de tres lagunas y tres salinas del departamento de Tinogasta.
Las grandes extensiones de aguas de color turquesa que dan el nombre al lugar están rodeadas por siete volcanes de gran altura, tanto que se cuentan entre los doce volcanes más altos de todo el planeta.
Pero regresemos a nuestro camino a través del Paso de San Francisco, mientras nos encontramos en el lado argentino. Este paso es de gran importancia como símbolo de unión entre ambos pueblos, pero además es un verdadero paraíso natural para quienes disfruten de la vida al aire libre.
A lo largo del camino, se pueden hallar refugios que cuentan todavía con las provisiones y la leña que los últimos huéspedes dejaron preparados para los siguientes visitantes que necesitaran utilizar el lugar.
A uno y otro lado de la ruta, la vegetación de vivos colores se extiende faldas arriba de las montañas que rodean el paso, hasta llegar a tomar tonalidades doradas en algunos puntos. Durante todo el año, sigue presente el blanco inconfundible del hielo y la nieve que se yergue en lo alto de estas majestuosas montañas.
En verdad, una excursión para deslumbrar a los viajeros y un paisaje digno de ser recordado.
Foto Vía: Jorge Radivo
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