Laguna Sauce Grande, en Buenos Aires

La Laguna Sauce Grande se encuentra a unos 7 kilómetros de la ciudad de Monte Hermoso, en la provincia de Buenos Aires. Se trata de un gran espejo de aguas dulces que se extiende sobre 2900 hectáreas.

Este lugar, caracterizado por su riqueza faunística, es un importante reservorio de aves, así como también hogar de innumerables peces que hacen las delicias de los pescadores de la región.

Los deportes náuticos también son una de las atracciones principales de la laguna: allí es posible alquilar botes y lanchas para recorrerla a fondo. Y para quienes prefieran conocer los alrededores, el lugar es excelente para realizar safaris fotográficos, avistamiento de aves y cabalgatas, así como paseos a pie al aire libre.

La Laguna Sauce Grande cuenta con una importante infraestructura turística para ofrecer a sus visitantes. Hoy en día, se trata de un complejo privatizado que incluye restaurantes, confiterías, fogones cubiertos y al aire libre y actividades recreativas destinadas a toda la familia.

Además, los aficionados a la pesca podrán conseguir allí tiendas de venta de carnadas, equipamientos para la pesca y botes y lanchas de alquiler, para disfrutar al máximo de una jornada en la laguna.

La Laguna Sauce Grande es una excursión imperdible si estáis visitando Monte Hermoso, y también es una excelente opción para quienes hacen turismo en la Capital Federal. La distancia a recorrer desde allí hasta la localidad de la Costa Atlántica es de 650 kilómetros, pero hay una gran oferta de transportes de larga distancia que llegan hasta la costa.

Sobre todo en los meses de la temporada veraniega, la oferta de viajes es altísima, y se puede conseguir billetes para viajar con una gran diversidad horaria. En esas épocas, los peces de verano son protagonistas de la laguna, y el más importante sin dudas es la tararira, que abunda en la provincia de Buenos Aires.

En invierno, por otra parte, la presencia de viajeros amantes de la pesca no disminuye sino que, todo lo contrario, se incrementa gracias a la llegada del pejerrey, un pez ya considerado de culto y que permanece en estas aguas mientras dura el frío.

Foto vía: Ilusión de pescar