La Casa de Ana Frank en Argentina
Superí es una calle angosta aunque una de las vías rápidas del barrio de Belgrano en su parte más residencial. Es curioso pues se trata de una zona de casas bajas, con árboles frondosos y gran tranquilidad. Sin embargo, una de esas residencias guarda una historia diferente. Hablamos de la casa Hilda, una vivienda que fue conocida con el nombre de su antigua dueña.
En la actualidad, allí funciona la sede en Buenos Aires del Centro Ana Frank, un museo interactivo para una pedagogía de la memoria. El lugar está cargado de historia pues funcionó a modo de refugio durante los temibles años de la dictadura en la década del ´70. Fue así como muchos perseguidas por el gobierno militar de entonces se escondieron en este lugar hasta que lograron salir del país y emprender una vida como exiliados.
La familia que habitó la casa durante 45 años siempre tuvo una gran sensibilidad social y así fue como, una vez finalizado este triste capítulo de la vida política argentina, y luego de leer el libro “Testimonios para nunca más”, que ahonda en testimonios de Ana y de jóvenes argentinos tanto sobre la dictadura vivida como sobre los derechos humanos, decidió donar la casa para montar un museo.
Así fue como nació la casa de Ana Frank, que es una propuesta interactiva y un centro educativo que reflexiona sobre la historia y promueve la libertad, la igualdad y la democracia al tiempo que busca educar contra la discriminación.
El museo invita a un recorrido guiado por la muestra fotográfica dedicada a Ana Frank. También se han recreado los espacios de la casa original en Ámsterdam en la que Ana y otras siete personas permanecieron escondidas durante más de dos años, escapando de los nazis. Entre los espacios, se destaca la habitación de la joven y la biblioteca giratoria que era también la puerta de entrada al refugio. Tampoco faltan las instalaciones dedicadas a la dictadura argentina y luego al retorno de la democracia, producido en 1983 así como la sala `Free2Choose`, en donde se proyecta u film dedicado a los derechos humanos.
Si bien existen varios museos en el mundo dedicados a la trágica vida de la adolescente la Casa de Ana Frank es el único de Latinoamérica. El lugar se proyecta de cara al futuro: en breve se realizarán visitas guiadas, talleres y seminarios para capacitar a docentes, alumnos e integrantes de instituciones de seguridad y defensa. Además, se realizarán actividades sobre la xenofobia, la violencia y los derechos humanos.
Esta visita es de gran atractivo para quienes gustan conocer un país a través de su historia o bien para quienes se han identificado con la vida de la desafortunada joven holandesa.
Para mayor información, visitar la página web del Centro de Ana Frank en Argentina.
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