Caminito, la calle del tango
El turista casi puede palpar al tango cuando camina por algunas de las calles del barrio de La Boca. Las coloridas fachadas de las angostas calles, las aceras empedradas, el río que se asoma con su color amarronado, el recuerdo de una época que quedó en el olvido. Farolas, bancos de madera y el sonido de una radio en la que suena el compás del 2 x 4 con estrofas con espíritu porteño:
“Caminito que el tiempo ha borrado,
que juntos un día nos viste pasar,
he venido por última vez,
he venido a contarte mi mal,
Caminito que entonces estabas
bordado de trébol y juncos en flor,
una sombra ya pronto serás,
una sombra lo mismo que yo…”
Quizá uno de los tangos más famosos sea Caminito, una melodía arrabalera y popular que es casi un himno en la Argentina, cantada por grandes y pequeños, famosa en todo el país. Para el saber popular, este tango remite a la calle Caminito, una estrella arteria cubierta de símbolos porteños que desde siempre ha sido el corazón de La Boca. Con apenas 100 metros de largo, ha dejado atrás su época de discreta calle de barrio para transformarse en el paseo favorito de los turistas, el lugar en donde pueden encontrar la auténtica cultura tanguera.
Y, por supuesto, todo está dispuesto para que los viajeros puedan saborear la experiencia como se merecen. Es así como lejos del caos de cualquier otra arteria de la ciudad, Caminito pareciera detenida en el tiempo, rodeada de las casas típicas de La Boca, todas ellas muy cuidadas con sus fachadas metálicas pintadas en colores brillantes que las hacen tan propias, tan únicas.
Caminito no es una calle plana sino que tiene un trazado sinuoso debido a que sigue el cauce de un arroyo que fluyó hasta principios del siglo XX. Por entonces la zona conocida como «Puntin», un diminutivo de la palabra «puente» en dialecto genovés. Hasta 1920, el tren que llegaba hasta las afueras de la ciudad de La Plata, al sur de Buenos Aires, pasaba por allí. Luego la calle sufrió un paréntesis hasta que en la década de 1950 un vecino decidió limpiar y recuperar el terreno.
Para hacerlo recurrió a una figura muy importante del barrio, el famoso pintor Benito Quinquela Martín, conocido por sus obras en las que retrata la vida en el puerto y en La Boca. Fue él quien rebautizó a la calle como «Caminito», rindiendo homenaje al tango que en 1926 compusieron Gabino Coria Peñalosa y Juan de Dios Filiberto. Lo curioso es que en realidad la letra de esta pieza musical no hace referencia a este Caminito sino a un camino anónimo de la provincia de la Rioja.
En 1959 Caminito fue oficialmente inaugurado como museo a cielo abierto y hoy es un lugar donde se pueden ver espectáculos callejeros, artistas y una feria de artesanías que funciona los sábados y domingos de 10 a 19.
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