El Cementerio de La Recoleta
Cada vez hay más tours y paseos que se animan a rescatar del olvido a los grandes personajes de la historia y la cultura a través del llamado necroturismo. Esta actividad es una tradición en muchos países europeos, con cementerios famosos como es el caso del Père-Lachaise de París.
La ciudad de Buenos Aires también tiene su ruta nectrológica y es aquélla que invita a conocer el cementerio de La Recoleta, el más importante de la ciudad en lo que hace a su diseño y a sus sepulturas. Situado en el barrio del mismo nombre, es curioso que este lugar ha dejado de ser un sitio oscuro para transformarse en un itinerario turístico de gran movimiento, al punto que en sus alrededores hay gran actividad, con numerosos bares, cines, paseos y centros culturales.
Pero volviendo al cementerio, su historia se remonta a la época en la que los frailes de la orden de los recoletos descalzos llegaron a la zona desde el interior de la ciudad. Esto ocurrió a principios del siglo XVIII, cuando construyeron un convento y una iglesia, hoy la elegante iglesia Nuestra Señora del Pilar, Monumento Histórico Nacional. Muy pronto el nombre de la iglesia cambió en forma espontánea y de ser conocida como “la iglesia de los recoletos” pasó a ser sencillamente «la Recoleta”.
La orden permaneció allí hasta 1822 y fue entonces cuando la huerta del convento fue transformada en el primer cementerio público de la Ciudad de Buenos Aires. Por entonces el barrio no tenía gran prestigio pero años más tarde se mudaron las familias de clase alta a la zona, huyendo de la epidemia de fiebre amarilla que azotaba otros barrios. Fue entonces cuando los muertos de estas familias comenzaron a ser enterrados en este cementerio.
Desde entonces, muchas grandes personalidades han encontrado su descanso en este lugar y así es como el cementerio se transformó en un lugar donde prima la arquitectura y el diseño, con grandes bóvedas, distinguidos mausoleos de mármol decorados con estatuas y amplias avenidas arboladas.
Un pórtico de origen dórico griego sin base da la bienvenida a los visitantes, que pueden acercarse al cementerio tanto en forma independiente como a través de los tours guiados que invitan a conocer las tumbas y mausoleos de los personajes más célebres. El cementerio tiene 4.800 bóvedas distribuidas en 54.843 metros cuadrados y los mausoleos tienen el nombre de la familia en la fachada. Presidentes, intelectuales, artistas, figuras políticas y otras personalidades descansan en este lugar y así es como junto a otros muertos anónimos dan vida a numerosas historias oscuras que sólo algunos expertos conocen y se ocupan de narrar.
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Los cementerios son un espacio para visitar a un ser querido. En el mundo, muchos se han transformado también en lugares turísticos imperdibles para visitar.
No yo necesitaba famosos Argentinos muertos en ese cementerio …igual gracias !!!