Las dos caras de Buenos Aires

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Hay algunos circuitos imperdibles al arribar a la cosmopolita y ecléctica ciudad de Buenos Aires. Dependiendo de los intereses personales uno puede elegir dos alternativas en tus viajes a esta ciudad: aquella que aborda los circuitos más turísticos, diseñados a la altura de las necesidades de los visitantes en busca de esa Argentina que se vende en folletos y guías de turismo, o bien esa Buenos Aires que emerge en forma espontánea de la mano del acontecer político y social típico de un país con una idiosincrasia escindida entre el modelo europeo y sus y sus raíces latinoamericanas.

Entre medio de estas dos vertientes surge la Buenos Aires real. Porque en el fondo no es cuestión de elegir entre uno u otro circuito, tal vez la mejor opción sea complementar ambos. Para comenzar podemos abrazar las tradiciones locales con lugares emblemáticos como el barrio de San Telmo, una de las zonas más antiguas de la ciudad que creció a la sombra del puerto y gracias a las numerosas familias aristocráticas que construyeron sus mansiones allí un par de siglos atrás. El recorrido sigue con un chocolate caliente en el Café Tortoni, símbolo nacional, para visitar luego la Plaza de Mayo, centro político de la ciudad, y continuar hasta el Microcentro con sus modernos edificios y su peatonal, la calle Florida. Para terminar, el barrio de Recoleta, el más coqueto, y una cena en Palermo Hollywood, el cónclave bohemio de la ciudad.

Y si se trata de descubrir a la Buenos Aires de todos los días, la local, la porteña, la capital de una Argentina que intenta despegarse de los modelos del Tercer Mundo pero no termina de lograrlo tal vez valga la pena tomar el tren que parte de la estación de Retiro y conduce hacia distintos puntos de la capital y el conurbano. O bien transitar los barrios de clase media que son muchos y ocupan la mayor parte de la capital, siempre con sus calles arboladas y sus veredas multicolor.

O quizá valga la pena observar el estado de las calles, el tráfico que se atasca en las horas pico, la vida nocturna de la calle Corrientes, el semblante de la pobreza o el extenso recorrido de los famosos “colectivos”, los coloridos buses locales que cruzan la ciudad de punta a punta,. Lo más útil es observar, porque si uno está atento y mira a su alrededor encontrará numerosos indicios de que esa capital cosmpolita y europea es también un territorio que esconde las desigualdades sociales típicas de un país en vías de desarrollo.

Basta conversar con sus habitantes para comprender a esta Buenos Aires multidimensional. Tan sólo hay que animarse a hacerlo.

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Categorias: Buenos Aires



Comentarios (1)

  1. Cristal dice:

    Muy linda nota Argentina es un pais de colores pero tambien de tonos grices
    yo tambien aporto mi pequeño granito desde mi blog para que todos conoscan a este pais tan hermoso y con tantos rincones por descubrir.
    saludos