Sorpresas camino a Ushuaia

ruta ushuaia

(Primera parte en Camino a Ushuaia, la odisea de cruzar el estrecho de Magallanes)

Luego de unas horas que se hacen eternas de la mano de un largo camino de ripio rodeado de amplias praderas uno sabe que está de nuevo en territorio argentino cuando por fin las piedras quedan atrás y una ruta de asfalto se asoma en el horizonte.

Es entonces cuando una vez más hay que atravesar el control fronterizo para realizar el último tramo que nos depositará en Ushuaia. La isla de Tierra del Fuego tiene una única ruta de acceso a la ciudad más austral del mundo y es por eso que antes de llegar a ella habrá que atravesar algunos centros urbanos y poblados perdidos entre montañas.

Doscientos treinta y seis kilómetros antes de llegar se asoma Río Grande que, curiosamente, es la gran rival de Ushuaia, no tanto por sus virtudes turísticas sino porque allí funciona un importante polo industrial que da vida a la isla. La ciudad es sencilla y sin mayores atractivos, una avenida principal con algunas tiendas y una importante estación de gasolina que junto a la ruta y de cara al Atlántico nos invita a recargar el tanque anticipándonos que será la última que veremos hasta llegar a Tolhuin, el siguiente pueblo con nombre propio.

Debo confesar que me llevé una sorpresa con este lugar. Me habían comentado bastante acerca de Tolhuin y quizá incluso tenía algunas expectativas pues algunos años antes un programa de televisión lo había promocionado con la excusa de la instalación de una planta de mermeladas. El panorama fue algo distinto al llegar dado que el pueblo es apenas un punto ínfimo en el mapa, una localidad de apenas 1.382 habitantes cuyo centro está enmarcado por una pequeña y bonita plaza, la iglesia y la escuela situadas con precisión junto a ella.

El gran atractivo de este lugar reside sin dudas en su íntima relación con la naturaleza, que puede palparse en la Laguna Aguas Blancas, la Laguna Negra o esa gran puerta que se abre en forma espontánea de cara al Lago Fagnano, un maravilloso espejo de agua de 100 km que se puede disfrutar también al transitar la ruta para realizar los 103 kilómetros que aún faltan para llegar a destino.

mapa tierra del fuego

Este último tramo es de lo más peligroso y es por eso que se aconseja hacerlo de día, algo que no supimos hasta llegar. A falta de consejos previos, la noche nos encontró transitando un angosto camino de doble mano que atraviesa un importante cordón montañoso. Los coches locales circulan a toda velocidad como si se tratase de una amplia autopista y las curvas y contracurvas se transforman en una verdadera trampa. Esta sección no es demasiado larga, unos 30 kilómetros, pero la dificultad del camino, junto a las luces de las farolas de los coches que encandilan y la resbalosa nieve pueden jugar una mala pasada.

Entonces bien, cuando superamos la prueba al fin nos distendimos. Apenas uno deja las montañas atrás las luces de la ciudad de Ushuaia comienzan a verse a lo lejos y resta la mejor parte: disfrutarla de cerca.

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Categorias: Patagonia, Ushuaia



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