Camino a Ushuaia, cruzar el estrecho de Magallanes
Cuando uno abandona el recorrido oriental que se asoma sobre la cordillera y deja atrás a la ciudad de El Calafate y El Chaltén comienza el último tramo de un recorrido que supone un verdadero desafío para todo aquél que se anime a realizar un viaje en coche por la Argentina. Si bien las distancias entre la ciudad de los Glaciares y Ushuaia no supera los 1000 kilómetros para llegar a la ciudad más austral del mundo hay que cruzar el estrecho de Magallanes y luego atravesar un largo camino de ripio por lo que el viaje demora una jornada completa.
Entonces bien, los viajeros al volante deben tener en cuenta algunos detalles antes de emprender esta parte de la travesía: por un lado, es aconsejable salir muy temprano en la mañana y, por el otro, nunca llegar de noche. Confieso que cumplimos con la primera de las recomendaciones aunque nadie nos anticipó de la segunda y así fue como aprendimos la lección a fuerza de un buen susto.
Pero para eso faltaba aún. Al salir de El Calafate emprendimos la marcha hacia el sur, pasando una vez más por Río Gallegos dado que la ruta 3 es la que está mejor comunicada con Ushuaia. La otra opción era elegir un camino que bordea la montaña pero nos dijeron que su estado era bastante malo.
Este recorrido demora unas tres o cuatro horas, dependiendo de la velocidad aunque debéis tener en cuenta que la única forma para cruzar a la Isla de Tierra del Fuego es a través de Chile por lo que uno pierde una buena cantidad de tiempo en migraciones. ¿Si la noticia nos sorprendió? Por supuesto, quien diría que para llegar al extremo del país hay que salir del país para volver a entrar luego…
La cuestión remite a la historia política de la Argentina, nos contaron que en algún momento el gobierno intentó que los barcos que cruzan el estrecho de Magallanes llegaran a la isla bordeando la costa atlántica pero en esas latitudes las aguas son peligrosas por lo que la única opción para cruzar a la isla es pasando por Chile, en el tramo donde el estrecho es más angosto. Así que bien, negocio cerrado para los amigos al otro lado de la frontera. Y así es como cientos de coches argentinos desfilan a diario por sus rutas, abandonando momentáneamente las fronteras argentinas para ya en suelo chileno llegar a la barcaza que los cruzará por el canal para regresar a su país previo pago de una pequeña fortuna. La clásica rivalidad entre países vecinos es la mecha que enciende la tarifa, un boleto que pone en evidencia la difícil confraternidad.
El cruce dura una media hora y al llegar comienza la peor parte del recorrido: el ripio. Lo que podría hacerse en una o dos horas termina demorando unas cuatro horas. Una vez más la suerte de los conductores queda en manos de las buenas (o malas) relaciones fraternales entre países vecinos pues parte de ese tramo es chileno aunque sólo los conductores argentinos lo transitan. De alguna manera entonces ha quedado a la buena suerte de Dios, olvidado, apenas visible entre las piedras y los pozos. Ni hablar de que nadie piensa en asfaltarlo. Pero esto no es historia nueva, los países vecinos son como algunos matrimonios. En conflicto permanente y con raros paréntesis en los que sobreviene la armonía.
(Continuará en «Virtudes y sorpresas del camino a Ushuaia«)
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No se peleen mas que mientras unos se pelean por la «patria» otros se comen la torta que nunca nos van a dejar probar,no son las fronteras las que dividen a los pueblos.Es la avaricia de la humanidad.
NO NOS PELEEMOS HERMANITOS…SOMOS LATINOAMERICANOS QUE NUESTRA RIVALIDAD NO PASE DE UN COLO COLO – BOCA BUSQUEMOS LO QUE NOS UNE LO QUE PASO EN EL PASADO YA ESTÁ A MI NO ME REPRESENTA VIDELA Y NO CREO QUE A UDS. LOS REPRESENTE PINOCHET
A mi me encantaría ir a conocer Chile, me han dicho que es muy bonito, pero lamentablemente en el auto que no está a nombre mio no puedo cruzar a Usuahia que tambien tengo muchas ganas de conocer, sin que se ofenda nadie pero la verdad es que es nuestro derechos como argentinos de poder llegar a Usuahia sin pasar por otro pais, sea Chile u otro. Tambien tengo ese inconveniente.
Soy Peruano, nacionalizado Argentino, desde muy pequeño me enseñaron a mirar con bronca a los chilenos, por toda la historia conocida a medias por ambas partes, y asi creci a pesar que leia libros de historia y todas cuentan casi lo mismo, pero el desengaño viene cuando abandono mi pais y llego a esta hermosa tierra Argentina, exactamente a Tierra Del Fuego y tengo amistades, Chilenas, Uruguayos, Bolivianos, Brasileños….y todos convivimos en paz y con respeto, concuerdo con lo que dice Jose, otros hacen que nos peleemos y se coman lo nuestro.Saludos a todos mis hermanos latinoamericanos.
Hermanos chilenos, he recorridochile y realmente es hermoso,su gente es extraordinaria por donde se la vea, el problema del cruce a La Isla de Tierra del Fuego es compartido porque tanto el pueblo chileno como argentino desea tener una mejor comunicación, hay que reprocharselo a los funcionarios que nunca utilizan estos caminos.