Iglesia de Santa Felicitas, su trágica historia
En el barrio porteño de Barracas, frente a la Plaza Colombia y sobre la calle Isabel La Católica 520, se levanta la Iglesia Santa Felicitas, un templo que simboliza una de las más famosas leyendas de la ciudad de Buenos Aires.
Corrían el año de 1862 y Felicitas Guerrero era una de las jóvenes más bellas y pretendidas de la ciudad. Con 16 años, muchos hombres deseaban desposarla, y entre ellos estaba Enrique Ocampo, cuyo amor era correspondido.
Pero la familia de Felicitas la obligó a contrae matrimonio con Martín de Alzaga, 35 años mayor que ella pero con una muy importante posición socio-económica. De esta unión nació un niño llamado Félix, que murió de cólera en 1869. Al año siguiente le siguió el padre, por lo que la joven Felicitas quedó viuda, pero también muy rica.
Guardó un año de luto, como correspondía, y ya con 25 años la asediaban los pretendientes. Allí fue cuando Enrique Ocampo, su antiguo pretendiente, vio la oportunidad para reanudar sus intenciones, pero Felicitas inclinó sus sentimientos a favor de otro pretendiente: Manuel Sáenz Valiente.
Enrique no aceptó perderla una vez más y, cegado por los celos, fue en busca de ella. El encuentro se tornó violento y acabó en tragedia, pues el despechado amante le disparó dos disparos a Felicitas por la espalda, antes de suicidarse él. Felicitas murió al día siguiente: el 30 de enero de 1872.
Devastados por la tragedia, los padres de Felicitas le rindieron homenaje mandando a construir esta suntuosa capilla en el mismo terreno que pertenecía a la quinta de los Alzaga. Al no tener descendientes, ellos heredaron su fortuna y contrataron al arquitecto Ernesto Bunge, quien reunió en esta obra los estilos románico, gótico y renacentista en uno solo.
Una placa de bronce reza: «Capilla de Santa Felicitas, fundada el 30 de enero de 1879, por Carlos Guerrero y Felicitas Cueto de Guerrero en memoria de su hija Felicitas Guerrero de Alzaga».
La esbeltez de sus torres y las figuras de ángeles dispuestas en simetría la vuelven una de las iglesias más hermosas de la ciudad de Buenos Aires. En el interior, además del imponente órgano y los maravillosos vitrales, se encuentran dos esculturas de mármol de Carrara: una representa al yerno de los donantes y lleva la inscripción: “Martín de Alzaga – Marzo 17 de 1870”; mientras que la otra representa a una madre con su hijo y dice: “Felicitas G. de Alzaba – Enero de 1872” y “ Félix de Alzaga – Octubre 3 de 1869”.
Se pueden realizar visitas guiadas exclusivamente los días domingos a las 11 hs. y el coste de éstas es de $5.
Fotos vía: wikipedia
Categorias: Ciudad de Buenos Aires
Esta historia tan tragica nos permite hacer un basto rrecorrido por la Bs As de antaño, gracias por oermitirnos
recorrer la historia rica en echos tan curiosos como este.
Es una historia demasiado interesante
la historia es muy linda y la iglesia pòr dentro lo es mas su arquitectura sus capiteles todo el altar mayor solo que es lugubre pero muy interesante yo vivi 8 años en barracas y pude entrar a esa iglesia despues de que me mude pues siempre estaba cerrada y sino en refaccion lastima que esta tan llena de gatos que ensucian pero bue
quise conocer la iglesia pués soy una apasionada de la historia de felicitas, pero no pude entrar porque dia de semana no la abren. lástima que esta bastante destruida por fuera y con tantos gatos que la ensucian. el clero debiera ocuparse un poco mas por mantenerla.
Es uno de los grandes dramas de la historia de Buenos Aires. En la actualidad en la casa de Felicitas existe un restorant que se llama «El Histórico». Vale la pena visitarlo, la casa es increiblemente linda.
saludos