Miramar, otra joya del verano

A lo largo de la extensa Costa Atlántica de la Argentina, abundan las ciudades balnearias que reciben, cada temporada, a miles de turistas. Ya sea durante una escapada de fin de semana, o por los meses que duran las vacaciones, las familias eligen siempre uno de los muchos destinos disponibles, y allí disfrutan del merecido descanso y de las estupendas playas que dan al mar.

Uno de los sitios más clásicos para veranear es Miramar, ubicada a 450 kilómetros de la Capital Federal, en la provincia de Buenos Aires. Es bien conocida por su ambiente familiar y tranquilo, su amplia oferta hotelera y su desarrollada infraestructura turística, que además de estar presente en la costa también se ve en la ciudad, que cuenta con una interesante cartelera de espectáculos y muchos paseos para realizar.

Casinos, shows diarios y gratuitos, cines, una feria artesanal, complejos deportivos con pistas para tenis y campos de golf, cabalgatas, surf y vehículos todo terreno: esas son algunas de las propuestas de Miramar. Al momento de alojarse, numerosas cabañas, departamentos particulares y hoteles de diversas categorías completan la oferta.

En la ciudad, numerosas plazas con juegos para los más pequeños y una serena atmósfera garantizan la tan deseada tranquilidad. Conocida como la Ciudad de los Niños, puede efectivamente vérselos en bicicleta, paseando por las calles, o pescando en los arroyos o incluso en el mar.

El más tradicional de los paseos de Miramar es el que se realiza en el Vivero Dunícola Florentino Ameghino. Aun en invierno, y especialmente en verano, este sitio es muy visitado, y allí puede verse tanto a turistas como a habitantes locales disfrutando de la naturaleza silvestre de eucaliptos, pinos y aromos.

Los senderos serpentean entre los médanos, volviéndose inaccesible para los vehículos, de modo que es un lugar ideal para alejarse del ruido y recorrer los mágicos caminos del vivero a pie o en bicicleta. Más de 500 hectáreas forestadas dan lugar también al descanso, y pueden verse familias y amigos comiendo un asado o saboreando unos típicos mates.

Foto Vía: Almanaque azul