La Isla de los Estados, un paisaje meridional
Entre las excursiones más legendarias que se realizan desde la ciudad de Ushuaia, capital de la provincia de Tierra del Fuego, se encuentra el viaje hacia la Isla de los Estados. Sesenta y tres kilómetros de largo y apenas 6 de ancho dan a este paraje del Atlántico Sur una apariencia fácilmente distinguible, montañosa y cubierta de bosques.
Fue el capitán Schouten, de origen holandés, quien llegó a sus costas a principios del siglo XVII, en la creencia de que se trataba de una porción del continente, y la bautizó “País de los Señores de los Estados”. De aquí deriva su nombre, y después de Schouten fueron muchos los navegantes que se encontraron, durante sus expediciones por el místico sur, con esta isla argentina.
Desde Ushuaia, se puede acceder a ella en velero. Diariamente parten embarcaciones rumbo a este destino único, que supo inspirar a Julio Verne para escribir su famosa obra El faro del fin del mundo. Tomando el Canal del Beagle con dirección este, se abre ante los viajeros el infinito océano, y en el horizonte pronto comienza a divisarse el contorno de la isla.
Entre sus principales atractivos, los valles glaciares son una maravilla imperdible para los amantes de los paisajes polares. Más de 100 espejos de agua dulce tienen salida al mar, formando cascadas y saltos fabulosos.
La fauna de la zona es también un punto a tener en cuenta. Gran cantidad de especies de aves se alimentan en las costas de la isla, y las colonias de pingüinos vagan con su característico andar en grupos numerosos. Los lobos marinos suelen ser de los preferidos entre el público, y el ratón de los guindales es el mamífero nativo y exclusivo del lugar.
Catalogada como Reserva Provincial Ecológica, Histórica y Turística, la Isla de los Estados es un destino encantador para disfrutar de la naturaleza y los peculiares paisajes sureños de la Argentina.
Foto Vía: Tomatesafull
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