Buenos Aires y los secretos de las milongas

milonga

Muchos inician el viaje con un solo objetivo: conocer la tierra del tango, el sugerente sonido del 2 x 4 que seduce y encanta. Hoy más que nunca, el tango se ha vuelto moda en el mundo y las canciones de Gardel y otros grandes artistas pueden escucharse en lugar alejados de la tierra que los vio nacer.

Sin embargo, para conocer de cerca el sonido melancólico del acordeón hay que viajar a la Argentina. Mejor aún, desembarcar en Buenos Aires. Un viaje hacia las profundidades del tango invita a sumergirse en las clásicas milongas, espacios donde se respira esta música popular, tan porteña y nacional.

La milonga es un género música folclórico rioplatense, que se puede escuchar tanto en la Argentina como en el Uruguay. Es típico de la cultura de los gauchos aunque cuando se habla de milonga, los porteños hacen referencia a los lugares en donde se baila tango.

A lo largo y ancho de la ciudad descansan un gran número de espacios culturales, tanguerías con orquestas que tocan en vivo y bailarines que muestran sus destrezas al público, entrelazando sus piernas con precisión de matemático.

Algunos de ellos son un clásico de la ciudad y son visitados por los bailarines más expertos mientras que otros conforman un circuito que se ha desarrollado de cara al turismo y teniendo en cuenta que el viajero extranjero llega al país con un solo objetivo: disfrutar de un espectáculo de tango en vivo que lo conmueva hasta la médula. Y así es como se ha armado la propuesta, que por lo general incluye una cena con un menú típico argentino a base de carnes.

Otros en cambio prefieren el encanto de las milongas de siempre, que se ajustan a las costumbres de antaño. Otros eligen acercarse al tango in situ, tomando clases de baile y compartiendo piezas con principiantes tan poco hábiles como ellos. Las clases se dictan en tanguerías y en centros culturales, y basta un entrenamiento básico para comenzar a bailar: ocho simples movimientos realizados con precisión.

Si estáis con ganas de conocer una milonga aconsejo llegar muy temprano o irse bien tarde pues entonces la pista estará casi vacía y tendréis espacio para bailar con comodidad. Por otra parte, no hace falta ir acompañado para bailar tango. Las parejas se arman allí, cuando la música resuena y los hombres buscan compañera de baile.

Una curiosidad es que desde el año 2000 se impuso una nueva moda: la posibilidad de bailar sin los clásicos roles fijos del tango, aquéllos en los que el hombre dirige el baile mientras que la mujer le aporta belleza y sensualidad. Así es como, si queréis intercambiar los roles de conductor, podéis buscar cuales son las milongas más flexibles y menos tradicionales que recurren a esta variante.

Foto Vía: Buenos Aires la dob

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Categorias: Costumbres de Argentina



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