El hotel Llao Llao en Bariloche

Los últimos días de mi viaje a Argentina los pasé en Bariloche. Hice bien. Después de más de 20 días sin parar, desde Iguazú hasta el Calafate y Tierra del Fuego, necesitaba un sitio para descansar y relajarme, y nada mejor que los Andes y el cruce de lagos junto a Bariloche para hacerlo.

Me recomendaron el hotel Llao Llao, que según me dijeron era uno de los de más lujo de toda Argentina. Cuando oí eso de «lujo» me asusté, sobre todo pro el precio, pero teniendo en cuenta que los precios en Argentina hace 3 años eran en equivalencia mucho menos que los de España, me decidí a mirarlo. Resultó ser como un 4* aquí en el país, pero con una diferencia abismal en cuanto a calidad en los servicios y, sobre todo, en cuanto al entorno. Hoy ya los precios se han equiparado un poco más, y pasar una noche en él cuesta a partir de 190 €.

El Hotel Llao Llao está ubicado en un paraíso, rodeado de campos de golf, con el lago Nahuel Huapí por delante, y el Cerro Tronador, detrás. Precisamente, con vistas a las montañas me tocó la habitación, y doy fe del nombre del Cerro, porque no paró de tronar todo el tiempo. Acabas acostumbrándote, pero al principio te daba la impresión como de que fuera desprenderse un alud y bajar pendiente abajo.

Las mañanas las dediqué a recorrer la zona, y así pude visitar San Carlos de Bariloche, el Cerro Catedral con sus famosas pistas de esquí, y conocer el Parque Nahuel Huapí. Los paisajes que se pueden ver impresionan por su belleza. Cualquier paseo o excursión que realices significa adentrarte en la Naturaleza, ver una sinfonía de colores dibujados en el azul sus abundantes aguas, en el verde de su vegetación y en el blanco nevado de sus montañas. Respiras aire puro, y te sientes relajado y en paz.

Las tardes nada mejor que utilizar las instalaciones del propio hotel, bien paseando o descansando en sus grandes jardines, o bien aprovechándote de su spa, y de su magnífica piscina con vistas. En las tardes tienen una hora «feliz», por lo que puedes sentarte tranquilamente en su salón clásico en maderas nobles y tomar cualquier copa mientras lees tu libro preferido con las montañas y el lago dibujado tras los cristales, o bien puedes marcharte a la biblioteca (un agradable salón de lectura) o incluso a la sala de juegos, llena de maquinas recreativas y billares y ping pong. Para los que os guste el golf podéis disfrutar de su campo de golf, o incluso salir a navegar o montar a caballo en los alrededores.

Al hotel no le falta un detalle; las habitaciones son completísimas y muy cómodas; el servicio excelente, y el desayuno buffet que incluyen en el precio está al nivel del resto del hotel: de todo para elegir.

Quizás el único pero que se le pueda poner es que está demasiado alejado de la ciudad más cercana, San Carlos del Bariloche, pues llegar en autobús allí te lleva una media hora, y por ejemplo, el almuerzo o la cena, sí sale bastante caro en el hotel.

Por lo demás, creo que mejor podéis completar una idea del hotel Llao Llao con las fotos que os dejo a continuación.

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Categorias: Bariloche, Patagonia



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